Controlar horas de trabajo de una plantilla se presenta como solución contra la explotación laboral, pero ¿será realmente una medida eficaz en un país en el que el 59% de las horas extras no se pagan?
El Tribunal de Justicia Europea resolvía el pasado martes que el Estado español debía incorporarse a la normativa comunitaria de control de horas de trabajo que ya cumplen el resto de los estados miembros.
La aplicación de la Ley Europea surge en un contexto en el que más del 50% de las horas extra que se estaban realizando en España no se ha contabilizado y, por lo tanto, tampoco remunerado. A estos efectos, y en la línea de las peticiones que venía realizando la Inspección de Trabajo al Gobierno español, el Estado y los empresarios deberán proveer de métodos fiables a las empresas para que puedan realizarse el control de horas de trabajo de las empleadas y empleados.
¿Cómo afecta el control de horas de trabajo?
Será necesario un control real de horas de trabajo por parte de la empresa en el que se plasme la hora de entrada y la de salida de la trabajadora o trabajador con el fin de que quede constancia del tiempo que ha pasado en su puesto de empleo. Esta medida se ha planteado para facilitar la detección de irregularidades por parte de la Inspección de Trabajo, que veía limitada la investigación en el cumplimiento de los convenios en las empresas en las que no se aplicaba este registro.
Es importante recalcar que este control de horas de trabajo es una responsabilidad del empresariado y no de la trabajadora o trabajador. Por lo tanto, serán los primeros quienes deban responsabilizarse de formar a sus trabajadores en el uso de las herramientas que se implanten con tal efecto.
Reacciones al control de horas de trabajo obligatorio:
La patronal ha manifestado ya sus primeras quejas argumentando que supone un incremento en los costes y complicaciones para los valorados modelos de empresa con mayor flexibilidad horaria.
También la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) manifiesta preocupación. En este caso se han referido a futuras complicaciones con autónomos, jornadas con convenios irregulares o casos de conciliación, entre otros.
Las consultas sobre el cumplimiento de esta ley se han disparado estos días ya que son múltiples los tipos de convenio, acuerdos y circunstancias a contemplar para la aplicación del control de horas de trabajo en España.
Las trabajadoras y trabajadores perciben la entrada en vigor de la normativa europea como positiva. En sectores como la hostelería ha sido especialmente bien acogida, pues se trata de uno en el que se superan como dinámica las horas de contrato.
Las fuentes oficiales analizan este cambio como un incentivo en la mejora de la productividad de los empleados y empleadas, una garantía del cumplimiento de sus contratos y una herramienta beneficiosa para el empresario, que tendrá un control fehaciente de la actividad de sus empleados.
¿Control horas de trabajo = cumplimiento convenio?
No necesariamente.
Es un paso imprescindible para un funcionamiento (más) justo del sistema laboral, desde luego, pero no determinante.
Una de las dudas que se plantean es si, estando los sistemas de control de horas bajo la gestión de la empresa, podrían ser manipulados. Esta desconfianza aparece asociada a la mala praxis de una gran parte del tejido empresarial español que, en ocasiones, ha actuado en detrimento de sus asalariados.
Otra de las conjeturas planteadas ha sido el ejercicio de presiones en vertical. La coacción o los acuerdos *por detrás* son posibilidades que apuntan los trabajadores de ciertos sectores que desconfían de que el cambio en el marco legal solucione la precariedad laboral a la que están sometidos.
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), por su parte, ha recomendado a las PYMES la negociación a través de los representantes sindicales en caso de que los tengan, que no siempre es el caso.
Ha alertado, así mismo, de la falta de infraestructuras para la aplicación real de la ley en aquellos desarrollos profesionales que se realizan fuera de oficina.
Controlar las horas en trabajos de verano:
Hay quien podría pensar que la estación estival no es una buena cobaya en la que probar la aplicación de la nueva normativa.
Contando con que se tenga la *suerte* de ser contratado y no directamente invitado a cobrar en B, los conocidos trabajos de verano enfocados, en su enorme mayoría, a estudiantes y gente joven, suelen ser uno de los ejes principales del incumplimiento de la
regulación de trabajo europea. Tendremos que esperar a septiembre para comprobar si la ley ha conseguido modificar estas situaciones en alguna medida o si, por el contrario, se ha aplicado la famosa frase *hecha la ley, hecha la trampa*.
Esperamos retomar el tema al inicio del próximo curso con buenas noticias sobre el control de horas de trabajo.